Vástago… porque de tus entrañas soy
Escucho el sempiterno crepitar de tu apacible voz,
Susurro que se escabulle dulce y manso de tu latente y entorpecido respirar.
Vástago… porque de tus entrañas soy,
Suave, pequeña y diáfana,
Me diste licencia para habitar en ti y desde entonces, eres tú quien habita en mi.
Vástago… porque de tus entrañas soy,
Fuego, sosiego, bulliciosa y taciturna
Regazo que llamo morada, morada que llamo tu presencia
Vienes y vas; refunfuñando las despedidas, anhelante de nuestros encuentros.
Vástago… porque de tus entrañas soy,
Asidua de ternura, cimentando mi entrega
Despisto las distancias que acechantes reclaman tu encuentro y mi renuencia terca, no repara espacios.
Vástago… porque de tus entrañas soy
Porque mis verbos juntos a ti no distinguen tiempos:
Fue, Es, Será conducen siempre al Tú y Yo, juntos
Certeza que se aviva, porque estando andante, alientas mi caminar…
Y conmigo vas.
Vástago… porque de tus entrañas soy,
Porque vive en mi, siempre, una parte de ti
Despierta,
Risueña,
Constante…